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El hidrógeno verde

El hidrógeno verde es un combustible limpio ya que se genera mediante el uso de energía renovable electrolizando el agua, es decir, separando el átomo de hidrógeno de la molécula del agua.  El proceso de la electrólisis requiere de agua, un electrolizador y una gran cantidad de energía para llevar a cabo el proceso. Si esta energía proviene de fuentes renovables entonces se puede decir que el hidrógeno es verde.

En la actualidad, el hidrógeno verde supone sólo un 1% de la producción anual de hidrógeno. El mercado de electrolizadores es pequeño y, en comparación con los procesos de producción clásicos, la electrólisis de momento es un proceso caro.

El hidrógeno verde puede utilizarse de manera similar al gas natural y combustionar conjuntamente en plantas de energía térmica o de calefacción urbana. Se puede utilizar para reemplazar el hidrógeno industrial que se produce cada año a partir del gas natural.

Sin embargo, de momento es difícil almacenar y transportar hidrógeno verde: el gas es altamente inflamable y ocupa mucho espacio. Debido a esto, se deben construir tuberías especializadas, presurizando el gas o enfriándolo hasta convertirlo en líquido. Estos dos últimos procesos consumen mucha energía y socavan la eficiencia de ida y vuelta del hidrógeno verde.

Con la disminución del coste y el aumento en la producción de la electricidad renovable, en particular de la energía solar fotovoltaica y la eólica, el interés por el hidrógeno verde está creciendo y se han planteado varios proyectos de investigación en los últimos años. La construcción de electrolizadores en ubicaciones con buenas condiciones de generación renovable es una opción menos cara, incluso después de tener en cuenta los costes de transmisión y distribución del transporte de hidrógeno desde ubicaciones renovables, a menudo remotas, a los usuarios finales.

Para la obtención de electricidad a partir del hidrógeno se realiza precisamente la reacción inversa a la electrólisis. En este caso se hace reaccionar el hidrógeno con el oxígeno, obteniendo electricidad y agua. Al dispositivo encargado de realizar esta reacción se le llama pila de combustible. De esta forma, la generación de electricidad con pilas de combustible a partir de hidrógeno es 100% limpia, y además como producto colateral se genera agua potable y ningún residuo.

El hidrógeno verde debe ser el combustible del futuro. La capacidad de emplear un combustible con una huella de CO₂ nula representa una revolución en el sector de cara al mantenimiento del medioambiente y la descarbonización. El gas y todo el resto de combustibles fósiles serán desplazados poco a poco por el hidrógeno. Desde el uso industrial hasta el doméstico, el camino a seguir es la utilización del hidrógeno como combustible principal si queremos un planeta libre de CO₂.

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